Leyenda de la estatua de la fertilidad cementerio de París
En el cementerio Père Lachaise de París está la tumba de Victor Noir, un periodista francés que se oponía al periódico La Marseillaise contra el Segundo Imperio.
Su muerte a manos del príncipe Pierre Bonaparte fue un shock para la opinión pública y contribuyó al aumento de los estados de ánimo anti-eclesiásticos.
Murió joven, de manera estúpida.
Fue el segundo hombre en su duelo con el príncipe Bonaparte. Antes del duelo, Victor visitó al príncipe en su palacio, hubo otra pelea, en el curso de la cual Noir golpeó al príncipe con un martillo, mientras que Bonaparte le disparó con una pistola y lo mató en el acto.
Y toda la historia.
El funeral de Victor Noir en Neuilly-sur-Seine fue un gran evento, más de 100,000. Las personas participaron, al mismo tiempo que declararon sus puntos de vista republicanos.
Este funeral fue el comienzo de toda una ola de apariciones anti-rumanas, y el asesinato de Noir se convirtió en una leyenda y un símbolo de represión contra la oposición.
En 1891, las autoridades de la Tercera República ordenaron el traslado del cadáver del periodista al cementerio de Père Lachaise, y comenzó la leywnda. La escultura de bronce sobre la tumba, realizada por Jules Dalou, representa a Noir moribundo e incluye una notable protuberancia púbica que la ha convertido en una de las más visitadas por las mujeres en el famoso cementerio.
No sabemos por qué se transformó repentinamente de un periodista y un símbolo político en un ayudante erótico, pero estos son los hechos ...
La lápida de Víctor se convirtió rápidamente en una de las principales atracciones del cementerio.
Hasta el día de hoy, hay una leyenda que al dejar un monumento de flores en la cabecera, besar los labios de la escultura y frotar sus genitales, trae a las mujeres felicidad en el amor.
La leyenda tiene diferentes versiones y una de ellas va incluso a la teoría de que las mujeres que tienen problemas con el orgasmo y la felicidad en el sexo, deben besar una estatua, acostarse en ella, y luego acariciarse y alcanzar el máximo nivel de placer, lo que garantiza el regreso del place
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